Pregunta "a":
Que en los manicomios se oyen cosas más coherentes.La ablación del clítoris lo único que nos muestra es la necesidad imperiosa que tiene el hombre de imponerse y de imponer sus ideas a la mujer. La ablación nos sugiere una sociedad masculina obsesionada en mantener sus privilegios (mientras ellos son polígamos,las mujeres solo pueden tener un hombre, normalmente a compartir).Hombres empeñados en salvaguardar su honor mantienen prácticas antidiluvianas donde el "macho dominante"no permite que ningún otro "macho" ponga su semilla en su harén; esta sola idea lo obsesiona de distintas maneras: pensando en la vergüenza que deberá soportar si alguien goza de su harén, si tuviera que criar hijos de otro "macho", si otro "macho" satisficiera mejor que él a sus mujeres.
Para evitar estas posibilidades intenta blindar su territorio de distintas maneras: una convenciendo a sus mujeres de que los dioses superiores piensan lo que él y que le dan licencia para practicarlo. Otra manera es evitar que la mujer disfrute de su cuerpo y así nunca tendra deseos que él no pueda cubrir mientras cumple con las otras "hembras" de la manada o mientras no tenga deseos, o no esté cerca. Otro factor que utilizará es convencer a sus mujeres de que el sexo (el placer) es despreciable si no se practica para la procreación y que cualquier mujer que lo haga bajará en consideración social, no solo a los ojos de los hombre si no también a los de Dios.
Pregunta "b":
Físicamente no podemos nombrar ninguna práctica médica realizada en la sociedad occidental comparable a la ablación del clítoris, pero si podemos nombrar algunas prácticas encaminadas a la alienación de la mujer y a su sometimiento al hombre. La virginidad de la mujer hasta el momento del matrimonio es una idea que prosperó en nuestra sociedad hasta no hace mucho tiempo, esta virginidad le da al hombre el estatus de ser el primero, con lo cual evita cualquier comentario malediciente sobre su honor y valía. Esta necesidad de llegar virgen al matrimonio posibilitó la aparición de "recomponedoras de virgos", citadas en La Celestina, y que hasta no hace mucho practicaban clínicas privadas con mujeres de alta clase social.Además algunas etnias como la gitana mantienen todo un ritual alrededor de la virginidad de la mujer.
Por otro lado la religión católica no se ha cansado de decir que el sexo es pecado y que su único fin es la procreación, disfrutar en el coito es algo demoniaco.
1 comentario:
Excelente post. Acertadísimas tus respuestas, César. Maduras y bien argumentadas.
Efectivamente, recuerdo a esa "recomponedora de virgos" que introduce Fernando de Rojas en esa "novela" tan descarada y libertina para la época en que fue escrita. Magnífico ejemplo.
Insisto, muy buen pot.
Un saludo,
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